La vida no es como el teatro, que puedes ensayar las veces que quieras, hasta que te salga bien. Tienes que arriesgarte. Y cuando lo consigas, no esperes que te aplaudan y se baje el telón.
domingo, 8 de agosto de 2010
Los finales suelen ser tristes. De una etapa, un trayecto, un camino, un año, una "relación." En los finales es cuando uno hace la balanza, y se da cuenta de todo lo bueno y todo lo malo que vivió. Notamos que las cosas buenas son fantasticas, y lo que sucede con lo negatiivo, que hasta en algunos casos supera a lo positiivo, es que ya nos acostumbramos a nuestras propias miserias. No parece tan malo. Ya aprendimos a viviir con eso, que hasta nos haríia falta. Y de repente, todo termina. Los finales no son finales, son comiienzos. Eso explican los optimiistas: "el final de una etapa implica el comienzo de una nueva."Y sabes que te digo? Que voy a ser optimista"
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