La vida no es como el teatro, que puedes ensayar las veces que quieras, hasta que te salga bien. Tienes que arriesgarte. Y cuando lo consigas, no esperes que te aplaudan y se baje el telón.
jueves, 14 de julio de 2011
Una calada más por tus recuerdos, o por cómo han llegado hasta aquí. Por uno de tus besos o por cada vez que te giras sin más. Una calada por todas las veces que has dicho mi nombre en tu mente, por todas y cada una de las personas que decían que nunca aprenderíamos a sonreír, y que el humo no se lleve mis palabras. Otra por mis idas de olla. Una que me haga olvidar que anoche bebí hasta casi olvidarte. Por los solos que ruge la guitarra. Una de esas largas para que me tengas en cuenta, siempre. Una por tus principios, otra por mi final. Una calada por tus orígenes y como siempre han querido escucharte. Otra más por las peleas incomprensibles y necesarias. Alguna entre mi luna y tu sol, por cualquiera que lleve mi sangre. Una por la jodida noche y su ocasión. Otra para que vuelva a ocurrir. Alguna que otra por aquella vez que perdí tu piel, o por cuando nos arrestaron por saber demasiado del tiempo y querer timarle. Si quieres también por mis silenciosas regañas en todos los idiomas. O por todo lo que callé. Las que quieras mientras no haya amanecido, que sepas que no me gusta fumar y que prefiero otro vicio.
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