Hablar de ella, en tercera persona, siempre me pareció la manera más razonable de hablar de mí: Nunca llegué a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica que creía que volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica que creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica que sonreía por obligación y la castigaban si no lo hacía. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor que nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua, ciencias ni historia... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica que se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica que espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.
oo k entradisima un 100!!!!!!!! jjajja tk
ResponderEliminar